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¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir las puertas de tu casa?

Cambiar las puertas de tu hogar es una de las reformas sin reforma más rápidas, relativamente económicas y resultonas para lograr un cambio en la estética y la funcionalidad de tu vivienda.

Las puertas, sus marcos y molduras ofrecen una buena representación del estilo elegido en cada casa: moderno, minimalista, rústico, etc. Y encima, te permiten mejorar el aislamiento acústico y térmico, modificar la distribución y ahorrar espacio, según sus características.

Para aclararte un poco las cosas antes de elegir tus próximas puertas, vamos a repasar su tipología punto por punto, empezando por el tipo de apertura.

¿Qué sistema de apertura le viene mejor a tus estancias?

El 99,9% de las puertas que has atravesado en tu vida eran abatibles. Más o menos modernas, pero abatibles: tú accionas el picaporte, el mecanismo de seguridad se libera, y empujas o tiras hacia ti de forma que la hoja de la puerta se abre en diagonal a las paredes, siendo la hoja sujeta por las bisagras que se agarran con fuerza a la pared.

Y oye, ni tan mal. Pero los tiempos cambian, las posibilidades crecen. Y, dependiendo de si el tamaño de la superficie de que dispones supone un problema o no, deberás plantearte muy seriamente acudir a las puertas correderas, que te ahorran una media de 1,5 m² respecto a una puerta de apertura convencional.

Además, una puerta corredera te permite ser aún más conciso en el diseño, prescindiendo incluso de las jambas si lo deseas, con una presentación limpia y, si lo deseas, también sin obra (en el caso de las puertas correderas superficiales, no encastradas en el interior de la pared).

Un poco en el término medio, aunque ya dentro del terreno de las puertas batientes tradicionales, están aquellas con bisagra oculta y hoja enrasada en la pared que, si son pintadas del mismo color que esta, pasarán totalmente desapercibidas a la vista y dotarán de mayor amplitud percibida al espacio.

Solo la manilla quedará descubierta, y es aquí donde puedes darle personalidad a dicha puerta (aunque lo más habitual en estos casos es optar por un diseño minimalista, acorde a este discreto sistema de apertura).

Otro modelo mucho menos habitual en nuestras casas es el de puerta pivotante.

Esta también deja la pared intacta, sin molduras, puesto que gira sobre un eje vertical que puede estar situado en cualquier punto del ancho de la puerta, dándole una gran originalidad a la misma (y repartiendo el ancho de la hoja desplegada entre dos espacios, si esto nos fuera de utilidad).

Opciones interesantes para decorar con tu puerta

Una gran idea, en aquellas casas con poca luz o en las que quieras aprovechar la que llega por el otro lado de la puerta, es colocar puertas transparentes. Si esta opción te incomoda, también puedes colocar cristal solo en el paño superior de la puerta (la fracción de la pared que colinda con la puerta por la parte de arriba).

sto dejará pasar la luz sin perder intimidad, algo ideal para baños o dormitorios.

Respecto a los materiales

Hoy en día puedes hacerte una puerta de casi cualquier elemento, pero si quieres contener tu presupuesto, hay una serie de materiales más habituales y explorados por las firmas de hogar y decoración, dependiendo de cada zona de la puerta:

En la estructura:

Puedes emplear puertas huecas, que son las más sencillas, baratas y menos recomendables si buscas robustez, seguridad y aislamiento acústico.

El interior es de cartón en forma de nido de abeja. Y si tienes curiosidad por saber cómo es dicha forma, no te preocupes: cualquier golpe fuerte la expondrá ante tus ojos. Como ventaja está su ligereza, que aliviará el trabajo de las bisagras (suelen pesar en torno a los 12 kilos cuando no son macizas).

Las puertas macizas, sin embargo, resultan mucho más conveniente por multitud de factores, pudiendo elegirlas de aglomerados o maderas naturales, lo cual te recomiendo vivamente (y unas buenas bisagras podrán trabajar sin problemas con pesos habituales de unos 30 kilos).

En los marcos:

También puedes optar por aglomerados hidrófugos o aluminios, pero de nuevo, la madera es mucho más resistente, también a la humedad.

En los acabados:

Los detalles de una puerta son aquellos que te ayudan a asociar su estética a la del resto de la estancia. Los tapajuntas, por ejemplo, pueden ser del mismo color que la hoja o llevar contrastes que se asemejen más a los colores de las paredes o de complementos cercanos.

Como te comentaba antes, las puertas de vidrio (en una infinita variedad de calidades, grosores, resistencias y acabados) son una gran opción para lugares en los que la intimidad no sea un must, para aprovechar la luz natural y compartirla entre aposentos.

La decoración exterior, el acabado de cada puerta

Sea cual sea su material de fabricación, cada puerta puede rematarse de diversas maneras en el apartado estético.

Pueden ir cubiertas de chapa natural de madera sin barnizar o estar pintadas (lacadas o barnizadas), para conseguir el acabado que desees, en función del resto de la decoración de la casa.

Pintar es el método más tradicional y básico, pero también existen acabados modernos como el finish foil, una lámina de papel que imita cualquier tipo de pintura o material y que se coloca en la superficie de tu puerta.

Las medidas más habituales en las puertas

Quizá nunca te habías parado a pensarlo, pero como sucede con tantas otras partes de tu casa, hay una serie de medidas estándar que ayudan a la industria a generar elementos en serie sin que se disparen los costes.